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Idioma Extranjero

La importancia del estudio del inglés como lengua extranjera

“La provincia, a través de la Dirección general de Cultura y Educación, tiene la responsabilidad principal e indelegable de proveer, garantizar y supervisar una educación integral, inclusiva, permanente y de calidad para todos sus habitantes, garantizando la igualdad, gratuidad, y la justicia social en el ejercicio de este derecho con la participación del conjunto de la comunidad educativa” (DGC y Ed). La inclusión de una lengua extranjera contribuye a los fines propuestos para los niveles inicial, primaria y secundaria. Su aprendizaje puede:

  • Ayudar a profundizar el conocimiento sobre el propio lenguaje;
  • Posibilitar el acceso a bibliografía propia de otras materias en idioma original;
  • Facilitar la comunicación con hablantes de otros lenguajes;
  • Proporcionar herramientas que permitan la inserción en el mundo del trabajo;
  • Dar a conocer otras culturas y ampliar la propia visión del mundo.

La enseñanza de una lengua extranjera se lleva a cabo en un contexto de educación formal donde el docente asume la responsabilidad de crear situaciones propicias para que los alumnos aprendan los contenidos estipulados para su nivel y las habilidades necesarias para aplicarlos en contexto. El progreso de las ciencias, la tecnología, las artes y la educación implica cooperación e intercambios culturales en un mundo plurilingüe. Las telecomunicaciones y la industria cultural (videos, programas de computación, cine, libros, TV, juegos) abundan en productos que de una u otra manera instalan el inglés como componente del imaginario de culturas diversas. Profesionales, artistas y técnicos del mundo entero emplean el inglés en sus actividades diarias y a su vez lo introducen en sus ámbitos locales. Instrumento eficaz de comunicación internacional y de difusión de conocimientos técnicos, científicos y literarios, el conocimiento del idioma inglés facilita el acceso:

  • A los avances de la ciencia y la tecnología para su uso o adaptación en el desarrollo de los propios proyectos;
  • Al conocimiento de otras culturas y a la reflexión acerca de la propia;
  • A una formación acorde con los actuales requerimientos laborales y con los nuevos modos de producción;
  • A la información actualizada en inglés.

Lo expuesto implica que, además de atender a la lengua extranjera como objeto de conocimiento, se apunta a su construcción como un saber pensar-hacer-resolver, es decir, poder atender a las necesidades comunicativas que se presenten en esta lengua en situaciones de uso dentro y fuera del aula. El conocimiento y la habilidad necesarios para utilizar el lenguaje para resolver situaciones problemáticas forman parte de la competencia comunicativa (communicative competence). Para ello se tiene en cuenta la adecuación del lenguaje al contexto comunicativo, la posibilidad de que ciertos aspectos del lenguaje se utilicen efectivamente y en forma significativa, así como su composición binaria, es decir, sus planos explícito e implícito. Se trata, entonces, de aprender el lenguaje en sus contextos de uso. El aprendizaje, de esta manera, adquiere un doble propósito, ya que se estudia tanto el lenguaje en sí mismo (formulando un saber reflexivo y sistemático) como su utilización en la vida cotidiana.

Nivel Inicial

El acercamiento del niño hacia la segunda lengua es a través de lo lúdico, puesto que, en los juegos, la lengua se usa con un propósito genuino y de manera natural. Desde una temprana edad, los niños podrán desarrollar habilidades cognitivas de una manera más natural que los adultos. Se trabaja con canciones, videos, juegos de mesa, representaciones y diálogos que toman lugar en la vida real. Todo esto contribuye de manera significativa en fomentar la motivación extrínseca del niño. Tanto en la segunda como en la tercera sección hay un balance entre el input (lo que el niño recibe) y el output (lo que el niño produce). Es decir, en cada clase se apela a desarrollar las habilidades necesarias para aprender una lengua: habla, escucha, y lectura. Se trabaja de manera interdisciplinar con las maestras de las salas para abordar los contenidos en forma articulada. Los contenidos vistos en la lengua materna se trabajan también en inglés. Por ejemplo, si los niños aprendieron la señal de la cruz en Catequesis, la podrán aprender en inglés. De la misma manera, si los niños vieron los animales con la maestra de sección lo harán en inglés. En el nivel inicial se le da un espacio central a la literatura. Los cuentos vistos con la maestra de sección se trabajan a su vez en inglés ya que el niño cuenta con la experiencia previa de esa lectura, con un bagaje de conocimientos que le facilitará la interpretación de los cuentos. Las estructuras gramaticales se enseñan como un todo. Por ejemplo, “My name is…” es enseñado y aprendido como un todo y no como una conjunción de diferentes partes de la lengua (adjetivo posesivo, sustantivo, verbo to be, etc.) Se hace énfasis en las rutinas como la canción de entrada y la de salida, el saludo al docente y lugares de la clase para realizar ciertas actividades. Se trabaja con unidades didácticas las cuales demandarán entre quince días y un mes. Estas unidades didácticas no se limitan a la presentación de ítems de vocabulario descontextualizados, sino que tienen el propósito de integrar temas. Las tareas (actividades que tienen un objetivo real en la vida del niño) de las unidades didácticas están planificadas de manera tal que hay un orden a seguir en cuanto a complejidad y relación que guardan entre sí. Todo lo enseñado en el aula se conectará con los saberes previos del niño. No solamente se apelará a conocimientos previos, sino que los contenidos serán significativos y educativos. El objetivo es que el niño no aprenda ítems de vocabulario per se, sino que aprenda contenidos significativos. Por ejemplo, cuando se trata el tema de las comidas (food) se buscará crear consciencia acerca de aquellas que son saludables y aquellas que no lo son.

Nivel Primario

El alumno comienza el nivel primario con un acercamiento lúdico al idioma en los primeros años de la escuela. A través de juegos, canciones, láminas, videos y audios el alumno de primer ciclo continúa adquiriendo vocabulario, estructuras básicas, frases de la vida cotidiana, entre otras, de forma gradual. La escuela se inicia teniendo como propósitos que el alumno se pueda comunicar de manera oral y comience a producir los primeros acercamientos a la escritura. En el segundo ciclo de la escuela primaria, el alumno comienza a recibir una educación más gramatical del idioma y se le proporciona las herramientas para iniciar con la producción escrita más compleja del mismo. A través de variados intercambios orales y del trabajo con textos, el niño interactúa con las diversas expresiones que, con apoyo del docente, puede utilizar en sus propios textos. De este modo, se lo prepara para que él pueda escuchar, hablar, leer y escribir como modos alternativos pero simultáneos de aproximarse a la lengua. En nuestra escuela, se focaliza a que el alumno pueda ir descubriendo por sí mismo junto con la guía del docente, cómo funciona la lengua en distintos niveles (lingüístico, discursivo, pragmático, socio-cultural) y así pueda generar las reglas lingüísticas (lexicales, gramaticales, sintácticas, fonológicas), discursivas y pragmáticas pertinentes, que irá profundizando a medida que toma contacto creciente con la lengua. Los alumnos inician la escuela primaria aplicando los contenidos en contextos más reducidos y finalizan sexto año aplicándolos en un contexto más amplio y con una mirada más formal de las estructuras del idioma extranjero. La educación primaria en nuestra escuela inicia al alumno en la adquisición de estrategias para lograr nuevos saberes. El rol docente es activo, en tanto sistemáticamente toma decisiones para promover el encuentro progresivo de los alumnos con la lengua.

Nivel Secundario

En el nivel secundario, las clases aspiran a una mayor sistematización gramatical, junto a un desarrollo equilibrado de las cuatro habilidades básicas: la producción y comprensión tanto escrita como oral. El enfoque metodológico para la materia se apoya en el paradigma progresivista, partiendo de una visión del alumno como un individuo autónomo y responsable, que puede tomar sus propias decisiones durante el proceso de aprendizaje. Con ese fin, se intenta desarrollar los procesos de aprendizaje propios de cada alumno, junto con estrategias que le posibiliten la construcción de saberes, la formulación de hipótesis, el descubrimiento de datos, la relación de nuevos saberes con saberes previos, la deducción de reglas, la adquisición de estrategias de aprendizaje y la apreciación crítica de lo que lee o de los temas que se discuten. El aprendizaje del idioma se desarrolla por temas, es decir, en cada unidad los contenidos dan un contexto y facilitan la integración de los ítems gramaticales y de vocabulario. Las actividades de clase incluyen un porcentaje de ‘tareas’ (tasks), actividades que tienen un objetivo real y significativo para los alumnos, diferente de aprender o ejercitar un item gramatical, como puede ser un juego, dar una opinión personal, proporcionar información desconocida por el interlocutor o utilizar la lengua para obtener información desconocida o para resolver un problema. Haciendo uso de diferentes recursos, como libros de texto, canciones, libros de lectura complementaria, videos, juegos y material multimedia, y trabajando de manera tanto individual como grupal, los alumnos realizan también actividades como: comprensión auditiva y de lectura de textos, reconocimiento de la función comunicativa de un texto, comprensión de información global y específica, proveniente de textos tanto orales como escritos, producción de textos orales y escritos en las diversas situaciones de comunicación, formulación de preguntas y respuestas en forma escrita y oral, creación de diálogos por medio de juegos de rol y simulación, expresión de opiniones, ideas y juicios de valor, crítica de la propia producción, realización de autoevaluaciones, reflexión sobre los códigos y características de la propia lengua y, finalmente, deducción, formulación y aplicación de reglas, utilizando el aprendizaje adquirido previamente para la adquisición de nuevos contenidos. El alumno tiene un papel principal, de sujeto activo, constructor del conocimiento, correspondiéndole a la profesora un rol secundario, de guía en el proceso de aprendizaje, quien tendrá en cuenta los saberes previos, las dificultades que cada tarea conlleva, la ayuda que ella debe proporcionar para que pueda llevarlas a cabo, así como también el momento indicado para hacerlo, y las diferentes ‘vías de acceso’ al conocimiento que atraerán a los diferentes alumnos con sus gustos y habilidades particulares. Se busca, de esta manera, que los alumnos adquieran conocimientos interdisciplinarios y que desarrollen interés por la lengua y la cultura inglesas en particular, y conocimiento y respeto hacia otras lenguas y culturas en general.

Estructura

Nivel Inicial: En el nivel inicial, los niños de la segunda y tercera sección tienen una hora semanal dividida en dos clases de 30 minutos, siendo estas horas extracurriculares debido a que no forman parte del currículo oficial.

Nivel Primario: Los alumnos en primer ciclo comienzan con tres horas semanales extracurriculares. En el segundo ciclo, continúan con las tres horas semanales de las cuales dos son curriculares y una es extracurricular.

Nivel Secundario: En el nivel secundario, los alumnos continúan cursando tres horas semanales durante el ciclo básico (siendo una de ellas extracurricular), y luego dos horas durante el ciclo superior. Nuestros alumnos egresan con un nivel B1, según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.