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Ideario

Historia

Historia

El 30 de enero de 1932 las Hijas de Jesús llegaron en el buque “Croix” con destino a Magdalena. La formación integral de las personas que acudían al Colegio, se hizo en base a la acción conjunta y estructurada de la Religión y la Ciencia, con el proyecto del total cultivo de las educandas.

En marzo de 1933 comenzaron su actividad apostólica en La Plata que tuvo un rápido crecimiento del estudiantado y de las actividades pedagógicas y pastorales. En septiembre de 1960 las Hijas de Jesús llegaron a Córdoba e inauguraron el Noviciado.

A pedido del Barrio y por intermedio de Monseñor Angelelli, se les pidió la apertura de una escuela, dada la necesidad de la gente de la zona.

En 1968, iniciaron sus actividades en un colegio de Nivel Medio de la ciudad de Monterrico, Jujuy.

Luego de varios años de fundaciones e inauguraciones de más niveles y ampliación de espacios y matrículas, en el año 2011 el Colegio Corazón Eucarístico de Jesús de La Plata, provincia de Buenos Aires, el Colegio Mater Purissima de la ciudad de Córdoba, provincia de Córdoba y el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes de la ciudad de Monterrico, provincia de Jujuy, pasan a ser parte de la Provincia de América Andina, perteneciente a la Congregación de las Hijas de Jesús. 

Para más información pueden visitar el siguiente enlace: www.hijasdejesus.org

Finalidad de la Acción Educativa

Finalidad de la Acción Educativa

Un Centro Educativo de las Hijas de Jesús es una comunidad en la que todos sus miembros están integrados en una misión compartida: Evangelizar Educando.

Evangelizar comprende la práctica de la Comunidad Eclesial orientada a la transformación liberadora del mundo, en conformidad con el Proyecto de un Dios Padre, que se inclina con especial ternura hacia los más pequeños y que quiere justicia, fraternidad y vida para todos.

Educar es colaborar con el desarrollo de personas capaces de lograr la síntesis entre fe-cultura y vida, y de comprometerse en la búsqueda y construcción conjunta de una sociedad alternativa, justa y solidaria.

Un Centro Educativo de las Hijas de Jesús “evangeliza educando” y es identificado por los siguientes rasgos:

  • Desarrollo integral de la persona.
  • Experiencia de fe con sentido de Iglesia
  • Acción educativa inculturada
  • En clave de “misión compartida

Misión

Misión

Nuestro Centro Educativo está llamado a colaborar, junto a otros centros de Hijas de Jesús, en la Misión Universal de la Iglesia a través de la educación, tal como se expresa en uno de los documentos congregacionales: Nuestro Modo Propio de Educar (NMPE).

Vision

Vision

Trabajamos guiados por lineamientos pastorales

  • Para crear una comunidad orientada al servicio, la colaboración, el compartir, la solidaridad.
  • Facilitando una experiencia de fe en Jesús, manifestada en su proyecto de vida, en la vivencia de los valores cristianos, el cuidado de la naturaleza y el respeto a la dignidad humana.
  • Motivando a los estudiantes a la vivencia de valores humanos y cristianos; a la solidaridad y compromiso con los más necesitados; al crecimiento en una libertad responsable que los haga personas disponibles en el servicio.

Estilo educativo

Estilo educativo

Está caracterizado por:

  • Un clima educativo cristiano, impregnado de valores evangélicos: libertad, sencillez, cercanía, amor universal y solidario, justicia y paz.
  • Un enfoque positivo de la educación, basado en el amor, que construye y estimula, da confianza, respeto y afecto.
  • Una pedagogía centrada en la persona y en sus circunstancias destacando la comunicación interpersonal, el trato vivencial y el acompañamiento personal.
  • Una actitud comunitaria que favorezca la participación y el trabajo en equipo.
  • Un enfoque pedagógico, que favorece la formación de personas íntegras, acentúa la dimensión social de la enseñanza-aprendizaje y contribuye al crecimiento de la reflexión, de la conciencia crítica y de la práctica solidaria.
  • Una actitud constante de discernimiento como modo de proceder.
  • Una preparación con responsabilidad para desempeñar bien la misión siguiendo el carisma de la Madre Cándida en la vivencia del día a día.