En toda la Comunidad Educativa, vivimos una semana llena de celebraciones y momentos de alegría, encuentro, oración, acción de gracias. Luego de dos años de estar imposibilitados de celebrar la vida de Antoñita de manera presencial, este año el festejo fue doble. En Nivel Inicial se realizaron encuentros de todas las salas, en la Capilla del Jardín. Las maestras y preceptoras dedicaron una hermosa jornada a recordar vida y obra de nuestra joven beata. La bendición del padre Cristian y canciones a la Virgen, coronaron tan hermosos momentos.
En Nivel Primario, en ambos turnos y de la mano de las Catequistas, se llevaron adelante representaciones de pasajes de la vida de Antoñita. Los estudiantes actuaron, cantaron y rezaron con los distintos momentos de su vida. Sin dudas, fue una celebración muy original, cargada de entusiasmo y alegría.
Nivel Secundario realizó encuentros con Hijas de Jesús de la Comunidad, las hermanas Dolores Castañeda, Rosario Marina y Antonia Sotelo. En la Capilla del Colegio, se encontraron por cursos, para reflexionar, orar y compartir aspectos de la vida de Antoñita y su propia experiencia en la Congregación. Las preguntas que realizaron los adolescentes mostraron el interés que despertó en ellos ese conversatorio. Lo que más impactó fue la edad de Antoñita cuando tomó su decisión vocacional, varios jóvenes, pensativos, se imaginaban viviendo y sintiendo lo mismo que ella a su edad.
Y para cerrar la Semana de Antoñita, estudiantes de los 6tos años de Nivel Secundario homenajearon a las Hermanas con bailes folclóricos.
Han llegado cartas y carteles de agradecimiento a las Hermanas, muchas peticiones a Beata Antoñita se han dejado a sus pies y han llegado desde las redes sociales, verdaderamente este 27 de abril fue un día muy especial, vivido en comunión, con gozo y alegría. La frase que resonó por los pasillos fue: “Es preciso llegar a la cumbre… de hacerlo, hacerlo entero”.
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